Es esta opresión en el pecho lo que hace que pierda las fuerzas. Es el continuo saber de que nunca te tendré lo que hace que pierda mis fuerzas. Es la continua lucha por salir a flote de una ciénaga en la que conforme más te esfuerzas en salir, más te hundes. Aún hoy, en estas fechas, sigo abriendo los ojos por la mañana y pensando que estas a mi lado. Me doy la vuelta y me encuentro solo. Suspiro un par de veces para contener un grito desesperado en mi propia soledad, en mi propio silencio. Hay veces en las que, en la oscuridad de la noche, me levanto y te busco por cada rincón de mi habitación, deseando con todas mis fuerzas que aparezcas y pueda abrazarte para no dejarte escapar. Termino en una esquina, con los ojos cerrados, las lágrimas contenidas y con un millón de dolorosas escenas pasando a gran velocidad por mi mente. Tras eso… la indiferencia… y vuelta a empezar.
¡QUÉ TARDE TAN ABURRIDA!
00Dark
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