En aquella habitación, semi iluminada por la luz del crepúsculo que se filtra por los cristales de las ventanas, yo, busco desesperadamente una nota en el piano que concuerde con la melodía formada en mi cabeza. Pulso las teclas, lentamente, disfrutando del sonido de las notas, que flotan en el aire como motas de polvo, invisibles al ojo, pero reales al oído. Una canción que recordaba frialdad, oscuridad, invierno, nieve... Lentamente, tras la ventana, empezó a verse que, en la oscuridad de la noche que acababa de caer, una fuerte tormenta de nieve se cernía sobre el bosque. Seguí tocando aquella mágica melodía, tras largos días y largas noches, sin descanso.
No sé si voy a ir a Almuñecar. Paso de estar todas las horas en el Parque...
Ya veré que es lo que hago.
00Dark

0 notas:

Publicar un comentario